Mi admirada, yo diría ideolizada, Jacqueline du Pré interpreta con toda su magia este bellísimo concierto, dirigida por su marido, Daniel Barenboim.
Es, sin duda, la versión definitiva. De hecho fue esta interpretación la que recuperó para el público un concierto que no tuvo ningún éxito en el momento de su estreno en 1919. He leído que, cuando Rostropóvich escuchó esta grabación, decidió no volver a incluirlo en su repertorio.
¡Qué jovencísimo Daniel Barenboim!
ResponderEliminarEran una pareja encantadora estos dos...hasta que... la enfermedad lo barrió todo.
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