Todos los votos, obligaciones, juramentos y anatemas, ... que nos atan desde este Yom Kipur hasta el siguiente (cuya feliz llegada esperamos) quedan anulados. Quiera Dios redimir, absolver, perdonar, anular e invalidar y dejar sin efecto esos votos, que no nos aten ni tengan poder sobre nosotros, los votos no serán eficaces ni obligatorios, ni las promesas o juramentos.El Kol Nidrei, pues, es una manera de escapar de los compromisos tan frecuentemente imposibles de cumplir (¡qué bien pensado!).
La versión musicada que presento es de Bruch. Existen otros Kol Nidrei (de Shönberg y Zorn), pero ésta es la que me inspira esa sensación de sentirme comprendida, arropada.
Inserto dos versiones. La primera es de Pau Casals. La segunda, sin duda para mí la más profunda, de mi admirada Jacqueline Du Pré.